Son las 3 de la madrugada de una de esas últimas noches de verano. Y no tengo sueño. La fiesta hace horas que comenzó y la gente, tan diferentes y semejantes a la vez, hacen todos lo mismo. Llegan, toman su alcohol, hablan con gente que no conocen de nada como si fueran sus amigos, algunos intiman y por ultimo se marchan. La vida es demasiado aburrida como para no intentarlo. Simplemente lo intente por no irme a casa preguntándome como podía haber sido. Esa es la peor sensación que existe.
Estaba como todos con mi copa en la mano y la vi. Tenía una sensación. La sensación que experimentas cuando conoces a alguien y sabes desde ese mismo momento que no quieres hablar con ella, por que sabes que si lo haces tal vez sea la última que lo hagas, y no quieres que eso pase por nada del mundo, o tal vez no. Pero si no lo intentaba nunca lo sabría. Por favor, las mujeres saben a los ocho segundos de conocer a un nuevo chico si se nunca mas le volverá a hablar, se casará con él o simplemente pasará un buen rato con él aprovechando su erección.
Cuando piensas que decirla puedes pensar en decir algo que realmente no es verdad, pero que tampoco es mentira. La ausencia de verdad no implica falso testimonio, solo lo implica su tergiversación. Sobra aquí, sombra allá, te armas de valor, cierras los ojos y vas con la sensación de que pase lo que pase te irás a casa pensando en lo que va a pasar a continuación. Ocho segundos, solo necesitaba ocho segundos para saber si estaba en lo cierto, o si simplemente volvía a idealizar una figura femenina, para variar…
Experimenta sensaciones, nadie consigue el éxito al primera, solo los que se han caído antes saben lo que realmente es esa sensación. Nadie sabría realmente lo que es la alegría sino existiera el miedo. Hay muchas cosas que no se explican, se sienten. Lo último que no me gustaría ahora seria evitar esa nueva sensación, aunque sean únicamente esos ocho segundos y te des cuenta que simplemente mereció la pena intentarlo. La vida es demasiado aburrida como para no hacerlo…