Extraordinary girl

Chico listo y aventajado busca chica rock y caliente para no soñar, simplemente para dejarse llevar. Si todo lo que te rodea es aburrido o tremendamente repetitivo prueba otras cosas, sabes que las hay mejores, aunque solo sea por lo que te han contado. No todos los gordos se casan con gordas ni todos los triunfadores se casan con mujeres de éxito, otros, los más listos, nunca se casan. Y aquí, en la tierra donde nadie se equivoca y todo está bien según lo mires, el tiempo nunca se detiene, a no ser que tú quieras, logrando así hacer desaparecer el pasado y el futuro y convirtiendo el presente como lo único que existe.

Eso es ser un artista. Y no todos los artistas están locos, algunos simplemente están muertos. Pero existen tantas formas de morir y tan pocas de vivir, que si no eliges la más divertida lo único que pretendes al final es que el momento de tu muerte llegue, sea como sea, te dará igual la manera. Eres un capullo, no valoras lo que tienes y dudas que empieces a hacerlo ahora. Solo buscas pasarlo bien y te enfadas cuando alguien que no sea tu mismo te lo impide. Careces de alguno de esos sentimientos tan profundos como el amor o la empatía, lo que te permite no sufrir mucho pero lo que te hace hacer sufrir mucho a los que te rodean. Pero todo se relaciona.

Y si bien no puedo prometerte nada más allá de lo que parte de ahora mismo, si puedo prometerte que has conocido a una de esas personas que no olvidarás de lo increíble que pueden llegar a ser. A ti no puedo mentirte, y en estos tiempos no he hecho otra cosa que subirte el listón. Una exquisitez de restaurante de doscientos euros el cubierto. La cosa es que no podrás cambiar lo que sientes, ni mucho menos lo que has sentido, al igual que no podrás cambiarlo. Seguirá escuchando rock británico y californiano, continuará fumando cosas de esas que te hacen hablar, cada vez será más listo y sus ojos cada vez serán más verdes. Pero… ¿No es eso lo genial de todo esto?

¿Sueñas demasiado? Nadie lo hace si lo que sueña es realmente grande, por improbable que parezca, solo esa clase de gente es la que llega a ser feliz, y yo no se si tu alguna vez lo has sido, feliz. Ahora es cuando decides soltar o no soltar. Cuando todo depende de ti, esa es una gran sensación… siempre que hagas lo correcto o te arriesgues, pierdas o ganes, entonces no tendrás ningún tipo de remordimiento.

De todos modos, nunca dejes de intentar ser feliz, por ninguna razón real o inventada que se te pueda llegar a ocurrir.

 

 

Vinagre y rosas a la hora de cenar

La ventaja de no tener voz es que todo el mundo te escucha más atentamente, además, tienes que acercarte a sus oídos para que te oigan todas las palabras, y para alguien que marca diferencias en las distancias cortas transforma su problema en lo que buscaba. ¿Moraleja? Sal de fiesta, emborráchate, da todo lo que tengas en un concierto y deja al lado todo eso de intentar que la señora resaca no te vaya a visitar por la mañana, creo que por eso Sabina es tan feliz… Tal vez la cosa se ponga algo más negra cuando intentes hacerte oír, pero eso no es cuestión de cuerdas vocales, si no de carisma.

Tu vida ha cambiado. La gente que te rodea también e incluso tu te has endurecido por vivir donde vives. Allí todo es distinto, allí todo es mejor ¿Por qué piensas en volver? Aquí esta todo visto y no hay nada que rascar. Nadie prueba el caviar en una piscina rodeado de modelos de Victoria´s Secret y después se conforma con tomarse una lata de piña en una bañera, seria estúpido. La historia sigue, nunca termina, al menos del todo, mientras quede algo dentro de ti, dentro de tu cabeza. Pongamos que hablo de recuerdos, y si vives en ellos, de la nostalgia. Esa palabra que se suele decir respirando fuerte y pasando tu manga por la nariz. No puedes vivir eternamente, y menos, pretender crear algo inmortal.

Es la actitud. El decir siempre lo mismo y actuar siempre igual, contradiciendo totalmente lo que dices. Tal vez hables demasiado, o tal vez actúas demasiado poco. Nunca sabrás si metías goles porque eras bueno atacando o porque la defensa era lo más flojo de por aquí. Pero da igual, esto está tan lejos de la poesía como nosotros. Seguro que soñaste con volarle los huevos si incumplía alguno de los pactos, antes tenia gracia cuando realmente te inventabas una regla para infringirla, pero cuando la cosa se pone seria y la cocina quema mucha gente sale sin más, que nadie te toque el cutis.

Aunque si hay alguna cosa que realmente echas de menos es que te diga lo bien que escribes, y yendo más allá, lo bien que la escribes. A todo el mundo le gusta que le digan lo guapo que está aunque lo tenga claro y se lo sepa tan bien como la derivada del seno. Porque parece que hasta el robot de hojalata del mago de Oz tenía sentimientos, aunque a veces sean los más incómodos de todos. No prometas nada que no puedas cumplir, sino no te sentirás bien contigo mismo y todo empezare a girar en el sentido contrario. Ahora dime, ¿Eres feliz? Porque creo que hubo tiempos mejores…

Cuando te duermas, venme a buscar…

 

La noche del día siguiente

Te sientes completamente vacío. Te aburres demasiado, de una forma increíble, pero no puedes decirlo porque para algunos seria una muestra de apatía fuera de lo normal, y aunque para ellos tu vida sea más excitante que la de un actor porno o la de Napoleón Bonaparte, para ti no deja de ser algo así como la de un preso condenado a cadena perpetua, no por lo penal, sino por el hecho te tener que vivir siempre en la misma prisión. Pero da igual, son idiotas.

Tienes sueños, grandes sueños, pero no tienes dinero. ¡Vaya! ¿Para qué quiero el coche sin gasolina? Pero no es el dinero, nunca es el dinero, porque como esto podrías poner un millón de excusas y nunca lograrías paliar tú desanimo. ¿La vida es dura? Y una mierda. Es solo lo que te han dicho desde que eras pequeño para que no te hundieras demasiado si algún día fracasaras en cualquier empresa que iniciaras. Eso es solo extender el pesimismo. El problema es que todo no depende de ti. Esto no es un partido de tenis donde en la misma cancha peleas contra el peor enemigo posible, tu mismo, sino que dependes de cierta gente a tu alrededor que no elegiste para por lo menos empezar a ser alguien, aunque quien sabe, tal vez si hubieras tenido la opción de elegir te hubiera salido peor…

Todo tiende a ser realmente repetitivo, pero da igual, si haces caso a la experiencia te das cuenta de que todo es totalmente cíclico y por lo tanto ya conoces el final de la película, y aunque esto no sea Bambi, gracias a dios, sabes que Frodo terminara destruyendo el anillo, que Luke no se pasará al lado oscuro y que el barco se hundirá por mucho que los músicos sigan tocando. ¿Siempre nos quedará Paris? Suena tanto a tópico que provoca nauseas, como la mayoría de los síntomas del amor. Lo bueno es que solo aquello que realmente te interese te llegara a preocupar, eso si te interesa algo, algo totalmente cierto aunque se te de bien disimularlo, siempre que no te creas demasiado tu papel y termines siendo un Marlon Brando más en Apocalipsis now.

Si no te hace caso es porque el remedio es peor que la enfermedad, y aunque sus formas no sean las adecuadas asusta más sufrir esa horrible sensación que no quedar bien del todo. Pero tú mejor que nadie deberías saber, querido lector, que la película solo acaba de empezar.

Todo irá bien.

Excusas para beber un martes o un miércoles por la noche

Dejando a un lado figuras y todo tipo de retóricas, esa búsqueda de la musicalidad como si de un músico de rock atiborrado de coca se tratara, distingues lo que realmente merece la pena, y sobre todo quien realmente merece pasar una noche sin dormir o desaprovechar completamente un día solo pensándola. Como siempre, y como uno de los mayores tópicos de la historia totalmente contrastados, te das cuenta de que no valoras algo realmente hasta que lo pierdes. Que no te das cuenta de lo bueno que estaba el helado hasta que lo terminas o se te derrite en los dedos, o de la misma forma que no puedes valorar ahora el ser un atractivo universitario con una bonita sonrisa.

Ególatra, a veces pasota, tal vez demasiadas, como esa estrella de rock con la letra V en medio y nombre inventado, pero preocupado por valorar ciertas cosas, y sobre todo a ciertas personas que, lamentablemente, no has podido decirlas que estaban en la cumbre de tu ranking de lo personal, y sobre todo una en concreto. Soy idiota, pero pienso que a veces inspiras y logro escribir bien, eso si, solo cuando realmente transcribo lo que siento a lo largo de mis dedos desde mi corazón, y nunca desde mi cabeza, y no cuando me dedico a decir lo que alguien quiere escuchar, y sinceramente, esta vez corresponde sin duda alguna al primer grupo… Es complacencia, no puedes llevarte bien con todo el mundo y mucho menos pretender satisfacerlos a todos. Tienes un problema, como cuando la justicia deja de ser equilibrio y se convierte en distorsión, o lo que es lo mismo, venganza.

Y no te diré que te echaré de menos, simplemente porque las cosas no terminan. Cuando algo va a terminar lo sientes desde lejos, lo ves venir o lo hueles como si tu abuela estuviera haciendo un pastel y notas el azúcar derretido convirtiéndose en caramelo, es como si hubiera señales. Tampoco te diré que echaré de menos colocarme contigo, escuchar pereza y follar todo en el mismo día, mientras tenemos conversaciones estúpidas, porque ahora mismo eres de las pocas cosas que realmente me llegan a fascinar. Al igual, que todo lo que escriba es tan volátil como el agua a cien grados, a no ser que quieras hacerlo eterno, y unas palabras pueden ser lo que quieran si su receptor cierra los ojos, coge aire y piensa en toda la esencia que contienen, en todo el significado intrínseco que llevan. Eso es de las cosas más increíbles que existen.

A lo mejor es que era algo inmaduro y nunca se llegará a dar cuenta de lo que hizo hasta dentro de un tiempo, pero el caso es que no hace falta ponerle etiquetas a algo para disfrutar de una ambigua situación, sobre todo si es tan divertida y excitante como lo es ésta. Hacer preguntas en una carta es tan estúpido como hacerla aquí, pero creo que no necesito respuestas. Creo que se todo lo que tengo que saber para darme cuenta de donde viene la luz, de dentro de ti.

¿Adiós? Me parece que no. ¿Sino porque iba a tener aun este prometedor vale de una noche…? Y mi última cuestión es, Margot, si me dejaras participar en la fiesta que tienes montada en tu habitación… Love.

 

Peache

La magia de la subjetividad se encuentra en que no puedes poner una línea blanca marcada con una tiza que separe lo que está bien de lo que está mal, algo parecido pasa con el miedo. Existen cientos de fobias, incluso fobia a las propias fobias, es el peor de todos, miedo a tener miedo. Con eso puedes jugar a ser Dios y disfrutar de un buen rato, por lo menos algún que otro personaje de la historia se echó unas risas a costa de esto. Pero la cosa va de tus miedos, esos que no conoces hasta que florecen y te hacen tener una reacción anormal, transpirar más de lo normal y bombear sangre a un frenético ritmo.

Tiemblas cuando ves que uno de esos momentos se acerca, un miedo escénico te agarrota y crea un alter-ego inseguro, a veces bobalicón, y con un deseo, nunca mayor que ahora, de que el tiempo se acelere y termine, miedo escénico. Y no es por que sea Halloween, tampoco por que te haya dado por leer libros del señor King, la cosa, como siempre, supera toda frontera racional. Esos filósofos de la mente llamados psiquiatras te dirán que si temes algo lo mejor es que repitas muchas veces su nombre, por ejemplo que repitas la palabra avión si tienes miedo a volar, y por supuesto que lo vayas intentando, pero ni ellos se creen algo así, es la hipocresía en forma de licenciatura.

No tienes miedo a nada. No tienes miedo a fallar. Tú eres el mejor. Pero no puedes mantener un perpetuo sentimiento de euforia sobre tu cabeza, menos sobre tu corazón y aun peor si se trata de tu futuro. No tienes miedo a nada que no sea a no hacerlo bien, a  que no se lo tome tan bien, y a decepcionar a la persona que te ayudo a conocerte a ti mismo y que te demostró que hay cosas que no solo existen en la película más típica de esa soleada ciudad californiana. Pero esa inseguridad, inevitablemente, te lleva a joderla, y en este caso, la situación.

Y es porque el “Es que es mi primer día…” aquí no vale. El día de tu primer polvo tenias grandes expectativas, no te hubiera gustado nada que te hubieran dicho algo así y que hubiera terminado como algo soso y con un catastrófico resultado, un desencanto.  No se aceptan errores, por lo menos no repetirlos. Pero no eres M.J. Fox, y no tienes un amigo científico loco con el pelo canoso y despeinado que fabrico con un Cadillac una maquina del tiempo para poder lograr saber lo que hacer cuando las cosas se ponen feas.

Entonces si no intentas algo diferente y divertido para que la cosa cambie todo se convertirá en algo tan difícil y frustrante como intentar ganar un partido de tenis a una pared de ladrillo. Pero claro, solo lo harás si realmente crees en ello. La cosa se pondrá seria, irá para largo, demasiado para lo que estás acostumbrado a vivir, y habrá un día en el que ciertas cosas dejarán de perder valor y otras lo ganarán. Recuerdos, bonitos eso si, es en lo que inevitablemente se convertirá, a no ser que…

No soy bueno, simplemente un capullo aburrido con ideas y ganas de pasarlo bien de una manera despreocupada e insustancial. No eres mala, simplemente una perturbada que un día se lanzó a perseguir un sueño con más miedo que ilusión pero que un día me preguntarás como se escribe esa palabra, miedo, porque simplemente serás un huracán… Si no tuvieras miedo, ¿Qué harías?.