– La apatía mata, ¿Sabes cariño?
– No me importa…
Podrías decir que era mentira, no había nadie para contrastarlo, salvo tú mismo, y en muchos casos estarías mintiendo a la persona que nunca quisieras mentir. Irradias oleadas de desprecio, una apatía fuera de lo normal y una actitud tan defensiva como una austera táctica de futbol americano, pero no deja de ser un mecanismo de defensa para intentar ocultar tu timidez, una pre-evolución del miedo, ¿pero miedo a que?
Vives en un mundo en el que la gente mataría por sentir algo pero a la primera vez que tienen los síntomas se ponen una especie de coraza marcada claramente con una máscara de total hostilidad que no se la quitan en ningún momento, al igual que sus bragas. La gente que mataría por sentir algo es la misma que no para de quejarse porque no lo encuentra, cuando ni siquiera ha salido a buscarlo, o aun peor, se dedican a esperar a que la encuentren sin mover un dedo. ”Esas cosas suceden sin más”, sin más surgen cuando estas predispuesto a que lo hagan. Después está la gente que tiene eso por lo que muchos asesinarían, o incluso morirían pero la actitud viene a ser parecido, simplemente se quejan de lo imperfecto que es el amor, cuando ni siquiera se plantean una vida sin ese sentimiento pero no hacen nada para que algo así mejore y sea tan increíble como fumarte algo de alegría cuando estás apunto de correrte.
¿Sexo sin amor o amor sin sexo? Desde luego… menuda pregunta, ¿Dónde están esos que dicen que los románticos han muerto? La respuesta sin duda seria amor, ya fuera con sexo o sin sexo, pero esta pequeña cosa tiene el defecto, o si quieres llamarlo virtud llámalo marca especial, que hace que todo lo demás pase de tener nula importancia a que al día siguiente no quieras otra cosa que no sea refugiarte en eso que tantas veces repetían Los Beatles. Por eso si eres una de esas personas impulsivas y que empieza a pensar mientras está actuando verás mucho más atractivo esnifar coca del lomo de una atractiva mujer mientras te habla de lo que quería ser de pequeña y como acabó así, a que una mujer te diga tan rápido que te quiere como que lo que te quiere es matar.
A veces tienes que mentir para decir toda la verdad. Todo el mundo se muere por sentir algo pero no saben el que, ahí está la gracia. El cine y las estúpidas comedias románticos de Ben Stiller o Huge Grant te dicen que lo bueno y natural es estar sujeto para siempre a lo que sea, no siempre a esa mujer, sino a esa idea que te creas o te crean de lo que es o puede llegar a ser. Natural, una de las palabras que deberían ser prohibidas en el diccionario simplemente porque ni tú me puedes decir lo que es para ti natural. ¿Sentir que se te acelera el corazón cuando la miras o sentir una elegante erección mientras tus pantalones se ajustan y te la follas de mil maneras con tu privilegiada imaginación?
Bebe, fuma, folla, ama. Y no pares de amarla.